Ataxia en gatos – Causas y síntomas

La ataxia en gatos es una patología común en esta especie. Esta dolencia impacta en el sistema nervioso del animal. La ataxia podría definirse como la falta de coordinación y precisión de los movimientos a la hora de caminar. También puede afectar a la postura corporal, principalmente de la cabeza y las extremidades.

¿Qué ocasiona que un gato pueda padecer ataxia?

Esta afección tiene lugar cuando se produce un problema o una lesión en alguna de las áreas que gestionan el movimiento. Estas áreas son:

  • Un desajuste en el sistema sensorial puede provocar ataxia sensorial.  Se identifica con que el animal se mantenga de pie con mayor frecuencia y con mucha separación entre sus patas. De este modo, los músculos de esta zona se debilitan mucho. Ocurre en el nacimiento del animal o a los pocos días de vida, pues se debe a un problema en su desarrollo. En muchas ocasiones, cuando un felino nace con este problema, no tiene por qué durarle toda la vida. En algunos casos, el animal acaba superando esta dolencia ya que, al ser pequeños, son muy activos.
  • El sistema vestibular sirve para que el minino mantenga la posición correcta de las extremidades, el tronco y los ojos cuando el animal mueve la cabeza. Además de mantener el equilibrio. Normalmente los problemas se dan en el oído medio-interno, en el nervio vestibular y en el tronco encefálico. Este tipo de ataxia se muestra con inclinaciones de cabeza.
  • El cerebelo tiene funciones que afectan directamente a la coordinación y la precisión de los movimientos. Su denominación es ataxia cerebral. Los mininos que lo padecen, se balancean a la hora de caminar.
Los gatos con ataxia tienen una forma «rara» de caminar.

¿Qué síntomas se presentan en un felino con ataxia?

Los síntomas que padecen los gatos con ataxia son muy variados. Depende del tipo, y por lo tanto de la causa, de la dolencia. Pero por lo general son los siguientes:

  1. Descoordinación.
  2. Desorientación.
  3. Debilidad.
  4. Temblores.
  5. Pérdida del equilibrio.
  6. Pasos más grandes o pequeños de lo habitual.
  7. Dificultad a la hora de comer, beber, orinar o defecar.
  8. Arrastra las patas.
  9. Sus pasos son exagerados y descordinados.
  10. Inclinación de la cabeza.
  11. Movimiento descontrolado de los ojos.
  12. Anda en círculos hacia el mismo lado.
  13. Estrés y maullidos constantes.
  14. Pérdida de apetito y vómitos.

¿Hay tratamiento para la ataxia felina?

Todos los casos son diferentes y, por lo tanto, no tienen la misma solución. En muchas ocasiones, no existe cura.

Generalmente, la ataxia vestibular es la que presenta una recuperación tratable. Una vez conocida la causa que lo provoca, se puede conocer si tiene corrección o no. Si el problema es generado por un tumor, se debe estudiar si es operable, y en el caso de que se de por una infección, se debe valorar si es reversible.

¿Por qué adoptar a un gato que sufra ataxia?

Los gatos que padecen esta dolencia tienen menos probabilidades de ser adoptados por su condición. Si viven en la calle están más expuestos. Por su enfermedad, no pueden huir rápidamente de los peligros, como los coches. Cabe destacar que estos animales pueden hacer vida normal, con la excepción de saltar a sitios altos o la dificultad mínima a la hora de comer, beber agua u orinar.

Por último, queremos presentaros a Harley, una gatita que padecía ataxia y que fue adoptada por una familia que la encontró en la calle.

 

Bibliografía

https://www.affinity-petcare.com/advance/es/gato/ataxia-en-gatos

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