Nuestro peludo de la semana es Chupito, un gato muy especial.

Tiene rayas grises y unos ojos que hipnotizan. Es un gato en adopción que  llegó a Zarpas y Colmillos el 13 de abril merodeando cerca del local de la protectora justo antes de uno de nuestros eventos. Estaba muy delgado y buscaba a toda costa el cariño humano. Nos hicimos cargo de él cuando nos enteramos que era positivo en leucemia e inmuno.

Ahora, vive en su casa de acogida aprendiendo a recibir el cariño humano que tanto necesitaba, gracias a Beatriz.

Beatriz nos cuenta que Chupito es un gato tranquilo y  ronroneador. Es muy divertido porque es un gato pequeño para ser gato común europeo… y muy mandón. Le encanta que le hagan caricias en la cabecita y estar siempre con la gente, ya sea entre las piernas o al lado.

Siempre duerme al lado de Beatriz, ya que es súper tranquilo. También nos cuenta que le encanta comer, como cualquier gato y más después del hambre que pasó el pobre, al vivir en la calle. Es muy buen gato porque no tira nada, ni destroza nada, pero sí es muy curioso.

Además, Chupito mejora cada día, por lo que nos cuenta Beatriz. Ahora, cuando le acaricia el lomo (cosa que no le gusta nada), solo gruñe para avisarle. Tiene aún un aprendizaje pendiente: usar el rascador.

«Es muy monino, de verdad», dice su mamá de acogida.

Es un gato esplendido, porque además convive con un hermano gatuno y no tiene ningún problema con él, aunque el prefiere estar con las personas.

Otra cosa que hace especial a Chupito, aunque esta vez no a su favor, es que es positivo a leucemia e inmuno. Pero eso no quiere decir que no pueda llevar una vida normal como la que lleva ahora. Forma parte del club de los proscritos, los animales más difíciles de dar en adopción y los que se merece por ello más oportunidades. Si queréis saber más de esas enfermedades, podéis consultar nuestros artículos sobre la leucemia y la inmunodeficiencia.

¿Eres tú esa persona que Chupito necesita para el resto de su vida?