¿Cómo ayudar a un perro a afrontar el estrés?

Hay multitud de situaciones que pueden llevar a generar estrés en un perro. Pero, ¿qué podemos hacer para calmar su estrés en estos momentos? Para redactar este artículo contamos con la ayuda de Sammy, adiestradora colaboradora de Zarpas y Colmillos.

¿Cuáles son los síntomas que presenta el animal?

Es fácil reconocer que nuestro perro está nervioso, pues sus reacciones son diferentes a las habituales. Los síntomas que puede presentar son los siguientes:

  • Inquietud.
  • Ladra o gime.
  • Salta y mueve el rabo sin cesar.
  • Se le ve agitado, yendo de un lado a otro.
  • Temblores.
  • Falta de apetito.
  • Pierde más pelo del habitual.

¿Qué puede provocar estrés en un perro?

La ansiedad y el estrés pueden producirse por situaciones cotidianas o puntuales.

Para conocer cómo enfrentarse y cómo actuar ante tales evidencias, debemos conocer qué causas lo provocan.

  • Ruidos fuertes. Los petardos o fuegos artificiales son claros ejemplos que pueden provocar estrés en el animal. Pero también podemos estar ante un caso que, hasta el ruido de un coche puede provocar incertidumbre a la mascota.
  • Inquietud ante un desconocido o ante una nueva situación. Muchos canes sienten puro terror ante personas que no conocen. También hay casos en el que los canes sienten pánico por acudir a un sitio desconocido. Por ejemplo, si un perro ha vivido siempre en el campo y le llevamos a la ciudad, puede que el can sienta temor hacia cualquier ruido.
  • Separación o soledad. Al igual que las personas, los animales pueden sufrir estrés debido a la soledad o la separación de sus dueños.
  • Viajes en medios de transporte. Principalmente, esto se da cuando un animal viaja por primera vez, ya sea en coche, avión o cualquier otro medio.
  • Visitas al veterinario. Esto suele ocurrir cuando el perro ha vivido momentos dolorosos previamente.
  • Ambiente del hogar. Aunque no parezca posible, los canes pueden sentir el estrés que sufrimos los humanos y provocar ansiedad en él mismo.

También es posible que algunos temores hayan sido heredados de la ascendencia del animal.

¿Qué podemos hacer para calmar a un perro?

Principalmente debemos detectar cuáles son las situaciones que lo generan.

Es aconsejable pasear al can durante largos ratos varias veces al día. El hecho de saltar, jugar y correr ayuda al perro a quemar excesos de energía y regresar a casa más calmado y feliz. Hay que dejar que el animal olfatee cuanto quiera, es una manera de relajación para ellos. Tampoco debemos abusar, sino hacer esos paseos adaptados a nuestra mascota.

El ejercicio físico es vital para mantener a nuestros peludos en un buen estado físico y mental.

El cariño es fundamental para estos peludos.

Debemos procurar vigilar nuestra propia actitud frente a situaciones de estrés. Mostrar serenidad, hablarle en un tono calmado, no castigarlo y recompensarle cuando esté tranquilo, son consejos fáciles de llevar a cabo.

«No debemos reforzar el miedo del animal, sino ayudarle a gestionar la situación»,  nos cuenta la adiestradora.

Por ejemplo si nuestro can tiene miedo a los desconocidos y se acerca una persona a acariciarle, no debemos indicar a nuestra mascota que no tiene que sentir miedo. De esta manera reforzamos el temor del animal. ¿Qué es aconsejable hacer en este caso? Para trabajar este temor, se puede llevar al animal atado y chuches encima. Cuando nos encontremos a otra persona, sin que esta tenga contacto con el animal, le damos las chucherías. Nosotros seguimos nuestro camino mientras la otra persona va haciendo su camino a nuestro lado con las chucherías. El perro tiene olfato, por lo que va a querer acercarse a por ellas. Si el animal se bloquea no va a utilizar el sentido del olfato. Esto lo podemos trabajar con una persona de confianza que no tenga contacto con nuestro perro.

Si la situación que estresa al perro es debido a un viaje, deberemos acostumbrarle previamente. Por ejemplo si vamos a viajar en avión, se pueden seguir varios pasos. Empezamos metiendo a nuestro perro en un transportín, continuamos acostumbrándolo a los movimientos que va a tener que soportar, seguimos con todas las personas que va a visualizar… Lógicamente para esta práctica y para que nuestra mascota sufra lo menos posible, es aconsejable trabajar en ello con tiempo y poco a poco.

Nuestro entorno debe ser agradable, por lo que debemos procurar no tener elementos que produzcan estrés al animal, acondicionar su espacio de alimento evitando que sean zonas de paso o tránsito y su zona de descanso sea un espacio tranquilo y cómodo.

Como bien hemos mencionado, es importante jugar con nuestro perro. Es una manera de eliminar el estrés del animal. En casa, podemos dejarle juguetes interactivos y mantenerlos centrados en ello. Al aire libre es recomendable ejercitarlo por lo que juegos olfativos y de rastreo son muy buenos. En Zarpas disponemos de alfombras olfativas para trabajar con el animal este aspecto.

Es importante destacar que si no gestionamos el estrés del animal, este puede generar afecciones como alergias. Por ello es importante consultar con un especialista como un adiestrador canino o nuestro veterinario de confianza.

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