Normalmente los gatos son muy independientes y solo nos necesitan para que les demos mimos y también de comer. Sin embargo, nuestros pequeños peludos necesitan una manicura de vez en cuando, sobre todo cuando jugar con ellos empieza a dejarnos marca, ¡literalmente!.
Por muy fácil que pueda parecer la idea de cortarle las uñas a tu gato, hay que tener en cuenta una serie de cosas a la hora de hacerlo. Tampoco debería sorprendernos, nosotros tampoco nos cortamos las uñas como si nada, ¿no? Vamos allá con una serie de pasos que harán que realicemos la “maniobra” de la mejor forma posible.
Es importante saber en qué momento debemos cortarlas. Lo ideal es que lo hagamos cuando las uñas sean visibles aun estando en reposo nuestro gato o gata. Revisarlas una vez a la semana es un buen intervalo de tiempo.
Una vez decidamos que es momento de cortarlas, el procedimiento más indicado será el de coger la patita de nuestra mascota, y suavemente apretar sus almohadillas para poder ver la uña en su totalidad. Es importante que las veamos bien, ya que debemos cortar solo la punta de las uñas. Si nos pasamos, podríamos dañar la vena interior de estas. La mayoría de las uñas de los gatos son claritas y translúcidas, por lo que es fácil ver la vena de la que hablamos. Sea como sea, si vamos con cuidado no habrá ningún problema.
El cortaúñas debe ir perpendicular a la uña, cortando de arriba a abajo. Así podremos hacer cortes limpios, que eviten astillar la uña o hacer daño a nuestro peludo.
En cuanto a tipos de cortauñas, tenemos varios para elegir, todos igual de válidos. Podemos utilizar cortaúñas tipo tijera, tipo guillotina o los que utilizamos los humanos tipo pinza. Lo mejor es utilizar aquel con el que nos sintamos más cómodos.
Si este proceso de cortar las uñas al gato se nos complica porque no nos vemos capaces, o nuestro “amigo” no está por la labor, siempre podemos acudir a nuestro veterinario de confianza que seguro lo hará con gusto y mucho más rápido.
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