¿Cómo proteger las almohadillas de los perros?

En el artículo de hoy, comentaremos cuáles son los cuidados básicos de las almohadillas caninas y cómo protegerlas. La almohadilla de la pata de un perro es una zona muy importante ya que está en contacto con el suelo. Por este motivo, es muy fácil que se dañen, se agrieten o, incluso, se quemen. Por ello hay que prestar especial cuidado y evitar que esto suceda.

Las almohadillas caninas son duras y resistentes pero también es una zona sensible. Para comprender la función de las mismas es importante tener en cuenta estas características:

La piel es más gruesa y oscura. Contiene una capa de queratina para que la zona sea dura y resistente al roce.
Poseen glándulas sudoríparas que fortalecen regular la temperatura y humedecer la superficie de las almohadillas.
Sobre las almohadillas existe una capa de grasa que amortigua los movimientos. Con ella, se evitan daños en los huesos y articulaciones. Además, sirve como aislante térmico en las patas.

¿Cómo proteger las almohadillas caninas?

Un consejo para que las almohadillas de nuestro perro se endurezcan es pasear por diferentes terrenos, como césped, asfalto o tierra. Es importante realizar caminatas acordes a su edad y tamaño.

Es importante **limpiar y secar** bien las almohadillas de nuestro perro cuando volvemos de pasear, principalmente cuando llueve.

Algunas razas son más propensas al crecimiento de pelo entre las almohadillas. En estos casos, es fundamental controlar el crecimiento del vello para evitar deformaciones. Por ello, debemos procurar recortarlo. En caso de tener dudas, lo mejor es consultar con nuestro veterinario de confianza.

Habitualmente, los perros desgastan sus uñas con la actividad diaria. Si esto no sucede, las uñas pueden crecer en exceso separando los dedos e impidiendo que las almohadillas puedan apoyarse correctamente. Debemos acudir a un especialista para conocer cómo debemos cortar sus uñas adecuadamente.

En verano, debemos tener cuidado ya que el asfalto puede quemar las almohadillas de nuestra mascota. En este artículo de Zarpas hablamos sobre un simple truco de unos segundos para prevenir daños en nuestro can.

Las espigas son unas grandes enemigas de los perros ya que se le pueden clavar en las patas o enredarse en su pelo. Deberemos revisar a nuestra mascota cuando regresemos de un paseo.

Las almohadillas pueden ablandarse con el agua. Por lo que no es recomendable que nuestra mascota pase más de quince minutos seguidos sumergida en el agua.

Debemos revisar sus almohadillas si el animal se lame constantemente las patas, cojea o sus movimientos al andar son extraños. Buscaremos cortes, heridas, uñas rotas u objetos que hayan podido adherirse en sus almohadillas.

Si vivimos en una zona en la que frecuentemente nieva o queremos pasear sobre la nieve, debemos tener en cuenta que las almohadillas del animal pueden llegar a quemarse. Es recomendable aplicarle un reforzante específico o protegerle utilizando botas para perros. En este artículo, tenéis varios consejos para disfrutar con un can en la nieve.