Amigos de Zarpas, con las vacaciones se nos acumulan las adopciones sin manteneros al día. Pues bien, cinco de nuestros pequeños han encontrado hogar en las últimas semanas. Son Wicca, Bubu, Cuqui y Hodei, que se quedan en Madrid. Y nuestro cachorrote Balto viaja nada menos que a Barcelona para encontrarse con su nueva familia.

Wicca, abandonada en el Metro

Wicca es una gata cachorrita de apenas dos mesecillos de vida que apareció en muy malas condiciones en los depósitos de trenes de la estación de metro de Aluche. Estaba llena de pulgas, con los ojos en muy mal estado como consecuencia del herpesvirus y extremamente delgada. A pesar de que parece que podría perder uno de sus ojillos, parece que finalmente no será así. Rápidamente ha encontrado una familia tan guapa como esta:

Bubu, un abuelete con suerte

El de Bubu es un caso especial. Es un abuelete de 17 años que fue abandonado en una de perrera de la que le sacamos para ayudarle a encontrar una familia en la que ser feliz. No es fácil que la gente se fije en los abuelillos, así que damos mil gracias a la familia que va a darle unos preciosos últimos años de vida.

Cuqui y su segunda oportunidad

Cuqui es una gatita murciana que vivía felizmente con su dueña, una señora mayor de 98 que, lamentablemente murió, dejando a esta pequeña muy sola. Al conocer la historia, la familia de Zarpas y Colmillos no pudo mirar a otro lado. Ahora, Cuqui ya tiene una nueva familia a la que hacer feliz 🙂

Hodei y su camada

El cuarto adoptado estas semanas es Hodei, un gato de poco más de un mes que apareció junto a sus tres hermanitos en una de las calles de un pueblo de Madrid. Resultó un poco complicado cogerlos porque estaban en un lugar de difícil acceso, pero finalmente fueron todos los pequeños fueron cogidos. Es tan guapetón que enseguida se han fijado en él.

Bubu, atado a una farola

Nuestro último final feliz es el del viajero Balto. Es un cachorrón adorable que abandonaron atado a una farola en un pueblo de Madrid. Es un mestizo de Pastor Belga Malinois y Mastín de cinco meses y 18 kilos, con lo que aún le quedan muchos por delante. Balto se va a Cataluña a conocer a su familia y justamente ayer Sammy, nuestra adiestradora colaboradora, le acompañó al furgón que le llevará a su nueva vida.

¡Muchas gracias adoptantes!