Cómo entrenar a tu perro a esperarse quieto

Olga García, nuestra adiestradora de CaminaDogs, nos explica cómo conseguir que tu perro se quede quieto esperando a la puerta de un comercio. Pero ojo, es un trabajo que no busca «dejarle fuera del comercio para que yo compre el pan», sino, apunta Olga, «ayudar a mi perro a afrontar situaciones que se pueden dar en un momento dado».

Es lo que la experta canina llama la «permanencia informal». Se trata de que el perro se quede en un lugar y se separe del propietario sin que se mueva ni se ponga nervioso. Olga explica que se puede ir aumentando la dificultad. Primero se utilizan distracciones como juguetes o comida y luego se va aumentando la distancia al propietario. Si se quiere trabajar a niveles máximos, habría un «corte visual», es decir, el perro perdería de vista al propietario y permanecería allí hasta que el propietario le libera.

A muchos les da miedo dejar a sus peludos esperando a las puertas por temor a robos. Por eso, Olga recomienda «ser prudente», pero recuerda que integrar a los perros en nuestra vida cotidiana tiene grandes ventajas: «Se tiene que hacer con precaución, no voy a hacerlo para ir a Ikea, pero para hacer recaditos de barrio como ir a por el pan sí». Además, a los perros estos ejercicios les dan herramientas para afrontar diferentes situaciones. En sus palabras, les «empodera» y les ayuda a «desenvolverse en su entorno». «Es un recurso para trabajar el autocontrol y la estabilidad emocional».

El método es sencillo y requiere de cinco minutos al día durante el paseo, tal y como muestra Olga en su vídeo. Solo hay que dejar al perro en un entorno controlado (con la correa atada, por si acaso), darle la orden de quieto y alejarse un par de metros. Esperamos un rato y si el perro se porta bien, al volver le reforzamos con comida y cariño. Antes de trabajarlo en calle, el ejercicio se puede hacer en casa, primero en la misma habitación, luego introduciendo distracciones y finalmente yéndonos a otras habitaciones sin que se mueva de donde está.

Ella lo resume así: «Es un ejemplo de cómo trabajar durante cinco minutos durante el paseo una permanencia informal. Le tengo a la vista, le tengo a apenas tres metros, le doy un comando como ‘quédate ahí’, refuerzos parciales para que vea que no pasa nada si me alejo un poco y le ayudamos a afrontar una situación que en principio puede ser estresante».

Si queréis aprenderlo bien bien, mirad el vídeo de Olga.

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