Llevaba un año sin tener esta sensación. Dormir en un albergue con muchas habitaciones, gente entrando y saliendo, olor a comida a todas horas… y luego, 24 kilómetros en el campo persiguiendo conejos, comiendo lo que me echan en las terrazas, revolcándome en el barro y chapoteando en los arroyos. ¡Vuelta al camino!
Con mi amiga perruna Maci y mis tres amigos humanos hoy hemos comenzado con fuerza una aventura de 9 días para llegar, al fin, a Santiago. Llevo dos años acompañando a mis humanos en el camino, desde León a Ponferrada. Ahora estoy dispuesta a completar la hazaña, a vivir en camino a cada paso y a regalar lametones a mis amigos peregrinos.
La llegada
Tras cuatro horas de coche, la llegada ayer al Albergue Alea de Ponferrada fue triunfal. Maci y yo estábamos muuuy excitadas y entramos como un elefante en una cacharrería. Me lo pasé pipa explorando y molestando a un gato del jardín, así que rápidamente mis amigos humanos me metieron en la habitación para que no molestase a los peregrinos.
Tras un paseo por la ciudad, visita al castillo templario incluida, nos relajamos un poco. Masaje de patas, comida y a la cama. Sitio nuevo, experiencia nueva, así que Maci y yo hemos estado algo inquietas esta noche, expectantes ante la aventura. Vamos, que hemos dormido poco, cambiando de postura, queriendo subir a las camas y dando lametones a los que roncaban. Menos mal que teníamos una habitación de cuatro para los cinco…
El camino
La etapa ha sido fácil, sin muchas subidas ni bajadas. A ratos por el campo pero mucho por carreteras secundarias, así que me tenían atada. Me cuesta adaptarme al ritmo humano, ¡correr es mucho más divertido!
No me han dejado probar el pulpo de Cacabelos, que tenía un pintón, pero me han dado pan de hogaza hasta hartarme. He agradecido las muchas fuentes que había en el camino y me he hecho amiga de Rufo, el perrazo del chiringuito «La siesta», un rincón mágico en medio del bosque de Camponaraya a Cacabelos. Y me han encantado los viñedos llegando a Villafranca, ¡perfectos para cazar conejos con Maci!
Ahora ya estoy tranquila descansando en el Hostal El Cruce de Villafranca, antes de mi ritual diario de tratamiento de mis patitas y de darme un festín de pienso recién comprado en el supermercado. Vamos, una gozada de día, y además la herida recién curada de mi patita sigue perfecta.
¡Hasta mañana peregrinos!
Resumen y datos prácticos de la etapa (distancia: 24,1 km)
Alojamientos perregrinos en Ponferrada:
– Albergue Alea (el único que hemos probado, muy recomendable, el resto supuestamente admiten perros pero no los conocemos) 660 416 251
– Hostal Miguel. 987 411 047
– Hostal Conde de Lemos. 987 411 092
– Hotel los Templarios. 987 411 484
– Apartmentos los Arroyos. 630 450 946
– Hostal Restaurante Classic. 987 199 101
Para comer:
– Pulpería Compostela en Cacabelos. Muy buen pulpo.
Siguiente etapa: Vllafranca del Bierzo- Laguna de Castilla
Información práctica para preparar el camino de Santiago con perro en este enlace.
Deja un comentario