Etapa 4: De Triacastela a Sarria

¡Hola perregrinos! Como ya os dije, ayer acabé el día cojeando un pelín y entre todos decidimos que mi camino se acaba por ahora aquí. Tras la etapa de ayer las almohadillas de mis patitas delanteras estaban calientes, algo hinchadas y los bordes se estaban poniendo rosas.

Me costaba algo apoyarlas y tomamos una decisión: necesito un descanso. Ya os conté que tengo una herida de hace un mes, ya curada, en una pata, y seguramente no estaba suficientemente en forma para afrontar este reto.

La patita de Lola ayer por la noche.

Así que me he quedado descansando en Triacastela hasta que me ha venido a buscar uno de mis compis humanos, tras ir a Ponferrada a por el coche.

Mi amiga perruna Maci ha continuado etapa con María y Beli. Ahora estamos los cinco en un albergue maravilloso en Sarria, San Lázaro. ¡Nos han puesto bebederos en la habitación y hasta una camita a cada una!

Lola encantada con su camita en el Albergue San Lázaro.

La verdad es que mis patas han mejorado mucho, se han deshinchado y tienen otro color, pero no queremos arriesgar. Mañana yo me quedo con una «baby sitter» hasta el domingo para que mis compis puedan seguir camino.

Hasta aquí he llegado

Les echaré mucho de menos y ellos a mi, pero me quedo en buenas manos con Aldara, una cuidadora del pueblo adiestradora profesional y auxiliar de veterinaria. Os dejo su teléfono por si tenéis que recurrir a ella, cien por cien recomendable: 673 45 79 87. En su casa podré descansar y recuperarme. Y os contaré un secreto: si ella puede y yo estoy bien, María, la hospitalera del albergue, igual me lleva dentro de cuatro días a hacer la última etapa para llegar con el resto al Obradoiro. Uno de esos ángeles del camino.

Pero no os preocupéis. Maci, que por ahora está como una rosa, os seguirá contando el resto de las etapas, incluida la de hoy. ¡Hasta pronto!

Maci en su salsa.
Maci continua la aventura

Perregrinos, me presento. Soy Maci, esa perra grandota de mirada despistada amante de las mariposas y los lametazos mañaneros. Estoy muy contenta porque lo que más me gusta es ser la prota y Lola me tenía en un inmerecido segundo plano.

Llevo cuatro días caminando y aún me quedan fuerzas para jugar con palos. Mis patitas están bien, aunque reconozco que acabo muerta cada etapa. Pero contenta. Y cada mañana despierto con la misma energía. Me da mucha pena dejar a Lola detrás. Ya no tendré a quien gruñir cuando se acerca a mi comida, ni con quien competir por los besos humanos. Todos serán para mi 🙂

Uno de esos rincones del camino en Montán.

Os cuento. Es mi primera vez en el camino y estoy encantada. La etapa de hoy ha sido la más fácil. Solo 18 kilómetros hasta Sarria, con un sol radiante por un camino de campos verdes y bosques frondosos. Solo nos hemos encontrado con un perro suelto de pueblo algo gruñón, pero lo hemos mantenido a raya enseñando los bastones.

Ya me estoy acostumbrando a las vacas y gallinas desperdigadas por los pueblos, a los peregrinos y a parar a cada rato. También al cambio de comida. En realidad, estoy encantada de pasar tanto tiempo con mis amigos humanos. Espero llegar a Santiago entera… y la cosa pinta bien.

Maci antes de dejar su concha en “The shell project” de Montán.

Información útil de la etapa

Distancia: 18,3 kilómetros

Alojamientos perregrinos

San Mamede do Camino

– Paloma y Leña. Está en el campo llegando a Sarriá. Es muy bonito y tranquilo. 658 906 816

Sarriá

– Albergue San Lázaro. Muy recomendable. Bonito y agradable. María da todas las facilidades a tu peludo: bebedero y camita y hasta una golosina de bienvenida. Muy buen precio también. 35 euros por una triple con los perros durmiendo dentro. 659 185 482

– Albergue los Blasones. 600 512 565

Etapa anterior: Laguna de Castilla-Triacastela

Etapa siguiente: Sarria-Portomarín

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