En esta sección os contamos experiencias de acogidas, historias de personas y peludos con las que queremos ayudar a los indecisos a tomar una decisión. Porque sabemos que mucha gente ha pensado alguna vez en acoger y en Zarpas y Colmillos no podemos seguir sin ellos. Sin esas personas que abren su casa a un animal necesitado y le dan una oportunidad.
Esta semana os brindamos la experiencia personal de Alba, una amante de los animales.
Pregunta.- ¿Qué te animó a ser casa de acogida?
Respuesta.- Hacía tiempo que quería adoptar un gatito pero, por el momento, no me es posible responsabilizarme de dos animales pues ya tengo un perrete. La opción más viable era acoger a un felino que lo necesitase. Además de tener la experiencia de convivir con un gato, echas una mano a una protectora.
P.- ¿Qué conlleva acoger a un peludo?
R.- Conlleva responsabilidad y empatía. En mi caso, es una gata que necesita un tratamiento, así que es una responsabilidad estar pendiente de sus medicamentos y llevarla a sus revisiones, al igual que informar a la protectora. También es importante la paciencia, pues, en muchas ocasiones, son animales que han vivido en diferentes hogares o nunca han estado en una casa. Así que hay que hacer que se sienta cómodo y querido.
P.- ¿Recomendarías la experiencia? ¿Por qué?
R.- Por supuesto. Es una oportunidad de dar al animal, durante el tiempo que dure la acogida, una casita calentita y mucho cariño. Los animales siempre son agradecidos y a mi esto me compensa.
P.- ¿Repetirías en un futuro?
R.- Sí, además las chicas de Zarpas hacen que todo sea más fácil. Si tienes cualquier duda, siempre te ayudan. Para mi está siendo una experiencia muy positiva.
P.- ¿Qué ha aportado para ti acoger un animal?
R.- Siempre he empatizado mucho con los peludos, pero después de acoger mucho más. Hay que tener en cuenta que si no fuese por asociaciones como Zarpas o particulares que desinteresadamente cuidan animales o los transportan al veterinario estarían en situaciones de abandono y enfermos. En este punto, te vuelves a dar cuenta que son seres que sienten y padecen. Agradecen de mil modos diferentes el pequeño esfuerzo que estás haciendo por ellos.
P.- ¿Quieres compartir alguna anécdota?
R.- Siempre me habían dado miedo los gatos y no me fiaba de ellos. Tras convivir con una gata tan cariñosa, que me busca por toda la casa y que duerme todas las noches en mi almohada, he descubierto un mundo nuevo. He podido obviar ese estigma tan feo que se tiene de los gatos.
P.- ¿Qué le aconsejarías a alguien que se está planteando ser casa de acogida?
R.- Debe pensarlo con detenimiento. Hay que tener mucha paciencia y ser consciente de que no es un capricho. Hay que valorar los pros y los contras y que, al final, es una ayuda desinteresada por y para los animales.
P.- ¿Por qué te animaste a acoger en Zarpas y Colmillos?
R.- Seguía a varias protectoras de Madrid, entre ellas Zarpas. Intenté buscar alguna que dependiese de las casas de acogida porque suele ser más complicado en estas rescatar animales. A pesar de hablar en varias, Zarpas me pareció la más responsable.
Gracias, Alba, por contarnos tu experiencia de una manera tan sincera y gracias, sobre todo, por acoger.
En Zarpas es muy importante la labor de las casas de acogida, ya que sin ellas no podríamos continuar nuestra actividad. Por ello, si estás interesado/a en acoger a animales necesitados, no dudes en consultarnos. ¡Gracias a todas las casas de acogida!
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