En esta sección os contamos experiencias de casas de acogida, historias de personas y peludos con las que queremos ayudar a las personas que se plantean acoger un animal a tomar una decisión. Esta semana os presentamos a Ivo, una persona muy involucrada con los animales.
Pregunta – ¿Por qué decidiste ser casa de acogida?
Respuesta – De pequeño tuve un gato pero cuando tenía diez años desapareció. Muchos años después me enteré de que había sido atropellado porque salía de casa. Tras este suceso, mis padres no querían más gatos. Tras mucho batallar, finalmente me dejaron tener a Seth, que vivió diecinueve años en casa de mis padres. Cuando me mudé, sabía que no podía llevarlo conmigo y me sentía vacío. Tomé la decisión de adoptar y en mi camino apareció Athenea, mi actual felina. Ella era un torbellino y entendí que necesitaba un compañero de juegos. Posteriormente llegó a casa Momo, mi otro gato actual.
Poco tiempo después, mi situación laboral cambió y en el sitio al que iba a trabajar había una colonia felina que poco después me enteré que era controlada. Había una mamá y unos peques que me dieron la vida en esos momentos. Empecé a plantearme ser casa de acogida, pero ¡no sabía cómo debía actuar! Intenté contactar con una chica para acoger una gatita carey pero me respondió meses después. Para entonces, ya había contactado con Zarpas.
P. – ¿Qué conlleva ser casa de acogida?
R. – Responsabilidad, trabajo y diversión. Para empezar y lo más importante es la sociabilización. Tienes que generar que el animal se habitúe a vivir con personas, que no tenga miedo… Luego hay que hacer las presentaciones adecuadamente con otros animales, si es que tienes más en casa. Hay que tener en cuenta la responsabilidad de cuidar del peludo que tengas. He tenido gatos con las patas rotas, con hongos, con infecciones en el oído, con enfermedades crónicas que requerían de medicinas diarias… Básicamente tienes la misma responsabilidad que con tus animales pero por dos porque realmente no son tus mascotas.
P. – ¿Recomendarías la experiencia?
R. – Es una experiencia muy gratificante. Aunque cuando se marchan se te encoge el corazón, cuando el adoptante te manda fotos, vídeos y te cuentan cómo está, el corazón no te cabe en el pecho del orgullo. El poder sacar a un animal de la calle y, literalmente, darle la vida te enorgullece. Además, cuando se adopta, se da la vida a dos peluditos: el que te llevas a casa y el nuevo que llega en su lugar. Si no tienes animales o no puedes comprometerte con uno durante toda su vida, acoger es una opción muy viable.
P. – ¿Qué te ha aportado ser casa de acogida?
R. – Amor incondicional y absoluto. No sabes lo que es el amor hasta que has rescatado a un animal de la calle. No hay nada comparable. Amor sin posesión, el más puro y sincero. Para poder entenderlo, tienes que vivirlo.
P. – ¿Quieres compartir alguna anécdota?
R. – Tengo muchas. Una vez vino un amigo a mi casa a ver a los gatos y en ese momento, Wiwi, una gata adulta, se hizo pis en la cama delante de él. No lo había hecho antes ni después. Una semana más tarde, me llamó mi amigo porque quería adoptarla. Muchas veces me vuelvo loco buscando a los gatos y resulta que están escondidos… ¡Solo aparecen cuando ellos quieren!
P. – ¿Qué consejo le darías a una persona que se plantea ser casa de acogida?
R. – Que se atreva a dar el paso. Todo va rodado, solo tienes que dedicarle un poco de tu tiempo. Si tienes niños es un complemento ideal para su educación. Es un esfuerzo diminuto a comparación de su recompensa. Además, todos los gastos están pagados, solo tienes que cuidar, educar y jugar con el animal que acojas.
P. – ¿Por qué decidiste acoger en Zarpas?
R. – Bueno, es una asociación pequeña, no tienen refugio y la labor que hacen es increíble. Sin casas de acogida, no podrían hacerla. Cuando he necesitado cualquier cosa, siempre han estado ahí. Genera mucha tranquilidad.
En Zarpas es muy importante la labor de las casas de acogida, ya que sin ellas no podríamos continuar nuestra actividad. Por ello, si quieres saber más sobre la acogida de animales necesitados, consulta este enlace y no dudes en preguntarnos. ¡Gracias a todas las casas de acogida!
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