En este apartado os contamos la experiencia de una de nuestras adoptantes de Zarpas y Colmillos. Con sus vivencias, quizás podamos animar a alguien a adoptar y concienciar sobre la responsabilidad de abrir nuestra vida a un animal. Son historias reales de gente normal que tomó en su momento esa importante decisión. Hoy os presentamos a Alejandra, que decidió dar una mejor vida a Siri.

Pregunta – ¿Qué te animó a adoptar un peludete?

Respuesta – Me animó el saber que muchos necesitan nuestra ayuda y protección y saber que yo podía poner mi granito de arena dando hogar a uno de tantos.

P. – ¿Qué conlleva la adopción?

R. – Es una gran responsabilidad, tanto por parte del adoptante como, en este caso, por parte de Zarpas y Colmillos. Primero, la protectora debe cerciorarse de que a la persona que den el animal cuide y proteja de una manera adecuada al peludo. Después, hay un seguimiento, como es lógico, pues quieren comprobar su periodo de adaptación y todo lo que conlleva su nuevo hogar.

P. – ¿Por qué te animaste a adoptar en Zarpas y Colmillos?

R. – Tenemos una amiga que nos dijo que nuestra Siri estaba a la espera de encontrar un hogar.

P. – ¿Quieres contarnos alguna anécdota?

R. – Siri es una galguita muy tranquila y no ladraba nunca. Tiempo después, nos regalaron otra galguita joven y Siri cambió mucho. Ahora ladra, corre, defiende su territorio y siempre están juntas.

P. – ¿Qué consejo le darías a una persona que se está planteando adoptar?

R. – Que no se lo piense, yo nunca había tenido perros por razones ajenas, pero siempre tuve claro que quería uno. Se nos presentó la oportunidad y estamos muy contentos y agradecidos, mi hijo y todos en casa. Es una alegría cuando llegas a casa, no puedes compararlo con nada.

Si has leído hasta aquí quizá sea porque también quieres vivir esa experiencia y estás pensando en adoptar a alguno de nuestros zarpitos/as. Si crees que estás preparado/a para esa responsabilidad, puedes consultar los animales de nuestra protectora que están esperando una familia que los quiera para siempre.

También puede ser que te hayan entrado ganas de ser casa de acogida, y en estos momentos son más necesarias que nunca, ¿nos echas una zarpa acogiendo a un peludo?