Experiencias de adoptantes. Francisco: «Es algo más que un animal de compañía»

En este apartado os contamos las experiencias de nuestros adoptantes de Zarpas y Colmillos. Con sus vivencias, quizás podamos animar a alguien a adoptar y concienciar sobre la responsabilidad de abrir nuestra vida a un animal. Son historias reales de gente normal que tomó en su momento esa importante decisión. Hoy os presentamos a Francisco, que decidió marcar su camino junto a Simba, rebautizada como Krissy.

«Antes vivía con mi ex pareja y una perrita teckel, Linda. Por motivos personales Linda acabó con mi ex, además justo hacía un año había fallecido mi madre. Tuve claro que quería adoptar, preferiblemente de la raza teckel porque ya la conocía. A través de una pareja amiga de mi ex, que él es veterinario, conocí la protectora. Previamente había estado mirando otras pero finalmente me decanté por Zarpas» – así comienza su relato Francisco.

«Poco a poco estuve hablando con Zarpas y fui a conocer a Krissy que se encontraba en un veterinario. Krissy es una perra muy muy buena, algo trasto pero verdaderamente muy buena. Tiene dermatitis atópica y cuando le da, se rasca con los dientes haciéndose considerables heridas. Actualmente está en tratamiento. En la calle no para, aunque por lo general es muy tranquila» – continúa.

«Durante Filomena, me caí al suelo, y a pesar de que Krissy siempre va muy lenta por detrás de mi, vino corriendo hacia mi. No se separaba de mi lado. Es una perra muy tragona, si me descuido se come la comida de la mesa. Una noche, me levanté a la cocina con la mesa puesta y cuando regresé, ¡no había cena! Se marchó corriendo.» – nos cuenta como anécdotas el adoptante.

«Adoptar supone mucho trabajo, al final tener una mascota es como tener un hijo. Desde el momento en el que la adopté, sabía que no le iba a faltar absolutamente nada. En mi caso, aunque el tratamiento para su patología es costoso, como se suele decir, si la dicha es buena, que sea bienvenido el gasto que está trayendo, medicación, vacunas… Además en animales, esto no es barato. Mientras pueda, a la perra jamás le va a faltar nada; comida, cuidados, cariño…» – prosigue Francisco.

«Tener una mascota es una gran responsabilidad. No es un juguete, no es un tamagotchi. Es algo más que un animal de compañía. A veces es más incluso que tu propia familia. Adoptar supone mucho sacrificio porque por ejemplo, si te vas de vacaciones tienes que saber qué hacer con el animal. No en todos los sitios aceptan mascotas. En mi caso, si quiero viajar en transporte público es un problema, tengo que coger un avión, coche… Cuando se adopta es con todas las consecuencias que supone. Todo lo que te da, pero también todo lo que te quita. Te quita mucha libertad de acción, irte de juerga, gastos… Pero da muchísimo más» – nos explica Francisco.

«Mi padre y mi perra son incompatibles, porque a mi padre le da miedo, es un hombre mayor y si en vez de irnos de vacaciones a Santander nos tenemos que quedar en Madrid, vamos a pasear al Retiro o simplemente por el barrio, y tan felices» – relata.

«A veces es complicado adoptar porque ‘se entiende’ que si adoptas es para cuidar al animal, no para abandonarlo. Desgraciadamente, hay casos en los que los abandonos ocurren. Quiero aconsejar a toda persona que se plantea adoptar, que tiene que mentalizarse que quita tiempo, tiene sus limitaciones. Si no estás dispuesto a este sacrificio, cómprate un muñeco, no un animal»- concluye la entrevista.

¡Muchas gracias, Francisco por compartir tu experiencia de una manera tan sincera y gracias ante todo por adoptar!

Si has leído hasta aquí quizá sea porque también quieres vivir esa experiencia y estás pensando en adoptar a alguno de nuestros zarpitos/as. Si crees que estás preparado/a para esa responsabilidad, puedes consultar los animales de nuestra protectora que están esperando una familia que los quiera para siempre.

También puede ser que te hayan entrado ganas de ser casa de acogida, y en estos momentos son más necesarias que nunca, ¿nos echas una zarpa acogiendo a un peludo?

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