Experiencias de adoptantes. Lucía: «Me sorprendió la naturalidad con la que nos adaptamos la una a la otra»

En este apartado os contamos la experiencia de adoptantes de Zarpas y Colmillos. Con sus vivencias, quizás podamos animar a alguien a adoptar y concienciar sobre la responsabilidad de abrir nuestra vida a un animal. Son historias reales de gente normal que tomó esa importante decisión. Hoy os presentamos a Lucía, que adoptó a Nora para hacer su vida un poquito más feliz.

Siempre he tenido claro que quería adoptar. He crecido rodeada de animales que me han dado todo su cariño y echaba de menos compartir mi vida con uno. Pero también soy consciente de que adoptar conlleva una gran – aunque preciosa – responsabilidad. Así que primero decidí dar el paso como casa de acogida para probar cómo se adaptaba un animal en mi vida a la vez que le daba una nueva oportunidad.

Así fue cómo Nora llegó a casa, recién rescatada de la calle y con apenas 3 mesecitos. Los primeros días fueron un aprendizaje continuo por ambas partes. Por suerte, en Zarpas siempre me lo pusieron muy fácil; como mamá primeriza de un gato, me aconsejaron y solventaron todas las dudas que me iban surgiendo.

Me sorprendió la naturalidad con la que nos adaptamos la una a la otra. En pocos días pasó de ser un cachorrito asustadizo a un pequeño terremoto juguetón y cariñoso. Y entonces… supe que no la podía dejar marchar.

El proceso de adopción fue muy sencillo. Con Nora en casa y ya adaptada, los voluntarios de Zarpas me fueron guiando en los trámites necesarios.

Hoy en día Nora es un auténtico terremoto de felicidad. Le encanta ser la protagonista y reclamar su dosis de atención diaria con maullidos y ronroneos. Es la reina de la casa, y lo sabe, así que se ha adueñado de todos los espacios. Porque, humanos, esa cama ya no es vuestra, es mía.

No puedo dejar de agradecer a Zarpas todo el fantástico trabajo que hacen. A día de hoy me siguen acompañando en esta bonita aventura, sin perder de vista su bienestar. Aunque esta ha sido mi primera experiencia… ¡tengo claro que no será la última!

No hay nada más gratificante que adoptar. Aunque tienen fama de independientes, los gatos pueden ser animales súper agradecidos y la compañía y el cariño que dan sin pedir nada a cambio – bueno, a lo mejor alguna chuche de vez en cuando, ji ji – son infinitos.

Y, ante la duda… siempre digo que ser casa de acogida es una maravillosa opción. Puede servir como toma de contacto mientras ayudas a un gatito a iniciar una nueva y feliz vida. Una vez que lo pruebes, querrás más, estoy segura. Si algo tienen los gatos, es que son expertos en engatusar y en robarte el corazón y, entonces… ya no podrás vivir sin ellos.

¡Muchas gracias, Lucía por compartir tu experiencia como adoptante de una forma tan sincera y cariñosa y gracias por adoptar!

Si has leído hasta aquí quizá sea porque también quieres vivir esa experiencia y estás pensando en adoptar a alguno de nuestros zarpitos/as. Si crees que estás preparado/a para esa responsabilidad, puedes consultar los animales de nuestra protectora que están esperando una familia que los quiera para siempre.

También puede ser que te hayan entrado ganas de ser casa de acogida, en estos momentos son más necesarias que nunca, ¿nos echas una zarpa acogiendo a un peludo? 

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.