¡Volvemos con las experiencias de adoptantes!

Os recordamos que en este rinconcito os contaremos las experiencias de familias que hayan incorporado a algún zarpito o zarpita a su familia. Seguimos así con los artículos de la sección prima hermana de la ya archi-conocida serie de experiencias de casas de acogida.

Hoy os contaremos la historia de Luis y Triki. Nuestra guapísima Triki llegó con la cadera rota y desplazada y la tibia dislocada de un atropello. Pasó por mucho, pero es una gatita fuerte y Luis le devolvió la casa que siempre debió tener. A continuación nos contará el proceso que emprendió junto a Zarpas para la adopción y cómo se ha adaptado Triki a su nueva situación.

 

 

¿Qué os llevó a tomar la decisión de adoptar?

Siempre hemos tenido el convencimiento de adoptar antes que comprar; es más, creemos que un ser vivo no se debería poder vender o comprar bajo ningún concepto. Además, antes de tener a Triki ya teníamos un gato (Tigro) de una edad similar a la de Triki que llegó a nosotros porque una amiga se lo había encontrado maullando en la calle cuando apenas 5 semanas de vida y pensamos que era el momento idóneo para dale un compañero o compañera.

¿Cómo llegaste a conocer a Triki y la Asociación?

A Zarpas ya los conocíamos a través de Facebook; una amiga nuestra es seguidora vuestra y cuando vimos vuestra página comenzamos a seguiros. El caso de Triki fue como un flechazo… vimos su historia publicada y no se por qué razón teníamos el convencimiento de que Triki era la compañera que buscábamos para Tigro, asi que nos pusimos en contacto con Zarpas para colaborar con el caso de Triki y avanzar hacia su adopción.

¿Teníais algún miedo o freno?

Mas que miedo siempre tienes respeto, sobre todo cuando ya tienes otro gato en casa y no sabes cómo le va a parecer eso de tener una compañera, pero miedos o frenos como tal… ninguno.

¿Cómo fue el proceso de adopción?

La verdad es que el proceso nos pareció que era un poco largo y a veces tedioso; pero luego, cuando lo ves con más perspectiva entiendes que tiene que ser así para estar seguros de que la persona que adopta a un animal es responsable y tiene las capacidades y los medios necesarios para darle una buena vida a este animal.

¿Qué tal fue la adaptación y primeros días de Triki?

Los primeros días fueron un poco complicados porque Tigro nunca había convivido con otros gatos y al principio estaba un poco inquieto. En cambio, Triki desde el primer día ya se paseaba por toda la casa como si siempre hubiera vivido aquí. Gracias a los consejos que no dio la colaboradora de Zarpas que nos trajo a Triki a casa, la verdad es que se adaptaron ambos bastante rápido.

¿Cómo es la vida ahora con Triki?

Triki ha mejorado mucho en este tiempo… cuando llegó apenas estaba recién operada y a cualquier golpecito que se daba acababa cojeando. Por eso nos daba miedo que se subiera a los muebles por si al bajar se hacía daño en la pata. Con el tiempo se ha vuelto una gata súper ágil y se sube y se baja de donde le da la gana, corre, juega, salta… como cualquier gato. Con su compañero ahora se llevan perfectamente; tienen sus momentos de juego un poco duro, pero nunca se han hecho daño y a los dos minutos están lamiéndose el uno al otro. La alegría que trae un animal a una casa no tiene precio la verdad.

¿Qué consejo le daríais a otras familias que desean adoptar?

Que no se lo piensen… hay muchísimos animales que no tienen quien les cuide y se lo merecen. Muchos han pasado momentos muy duros y tienen mucho cariño que dar. Por otro lado, también es una forma de echar una mano a las asociaciones que se preocupan por estos animales, ya que adoptando les abrimos la puerta a otro animal que pueda necesitar de su ayuda. Como decía antes… quizás el proceso se hace un poco largo, pero así debe de ser y la satisfacción y la alegría que trae es totalmente impagable. Debería ser una obligación moral para todo el mundo.