Es importante hacer ver al perro qué posición ocupar en la familia. Dependiendo del carácter del perro tendrás que insistir más o menos en este punto. Desde el primer día debes seguir alguna pauta:
– Pasa tu primero. Antes de salir a la calle, establece el orden: sales tú y luego sale él. Ante cualquier puerta o lugar estrecho, pasa tú delante.Cuando conozcas el carácter del perro y en la mayoría de los casos, puedes abandonar esto con el tiempo y relajarte. Pero sí conviene al principio le enseñes a evitar peligros y la única manera de hacerlo es yendo por delante. Tú observas el peligro y reaccionas para protegerle.
– Comen los humanos y después el perro. Conviene hacer esto los primeros días o semanas que está el perro en casa. Luego puedes abandonarlo y actuar con normalidad pero le ayudará a visualizar quien está por encima en su nueva manada.
Un ejercicio importante en estos primeros días es acercarte a él cuando está comiendo. Puedes pararle y darle alguna bola de pienso con la mano o incluso retirarle el plato y volvérselo a poner. Evitarás que el perro entre en actitud de defensa con su comida y con esto posibles futuros problemas de agresividad en torno a ella. Al acercarte al perro hazlo de manera que para él sea previsible y te haya visto antes. No le asustes o puedes empezar a sentar las bases de un futuro conflicto. Pon el cuenco a su disposición cuando tenga una actitud calmada.
-No pases por encima del perro. Si el perro está tumbado y no puedes pasar, dile que se levante. Muévelo y échalo a un lado, cámbiale de sitio alguna vez por puro capricho. Recuerda que el perro no habla tu idioma, con estos símbolos le estás comunicando de nuevo los rangos familiares.
– La orden «NO». El perro aprenderá esto nada más llegar a casa. Acompañaremos el no de un muy bien cuando el perro deje la actitud no deseada.
Si el perro reacciona amistosamente ante estas pautas, está admitiendo su rol en nuestro hogar y nos aseguramos un perro pacífico que pensará en proteger a los suyos más que en escalar rangos.
En la siguiente entrega: «Guía para adoptantes y acogidas IV: Perros y niños»
Deja un comentario