Laia, una gata juguetona y sociable en adopción

Laia es una panterita en adopción. Todavía es muy jovenzuela, pues tiene un año y medio aproximadamente. Nos dieron un aviso indicando que había una gata cachorrita sola en la calle con los ojos en muy mal estado. Fuimos de inmediato, en la madrugada, a por ella y al veterinario. En un primer momento, pensamos que podría perder los ojitos pero gracias a la rapidez de actuación y los cuidados médicos que recibió los salvó.

Su casa de acogida, Patricia, nos comenta que Laia es una gata especial. «En primer lugar, físicamente es más chiquitita que los demás gatos. Se le ve una cabecita pequeña y luego todo cuerpo a lo ancho, porque está rechonchita. 😅😂 Por otro lado, es una gata que puede ser cariñosa, pero hay que saber llevarla. Necesita su espacio, pero si quiere atención y no se la das, te da un bocadito para hacerse notar o te caza las piernas» – nos afirma Patricia.

Aunque es una gata muy territorial, se lleva bien con otros gatetes, siempre y cuando, estos no sean agresivos, no tengan mucho carácter y jueguen con ella. Los juguetes con plumas son sus preferidos y también le gustan los que suenan un poco. También juega y se afila las uñas en un rascador pequeño que tiene su casa de acogida.

Como buena gata que es, a Laia le gusta ver un recipiente con agua y meter la pata. Eso sí, ¡no para hasta tirarlo! «Ahora, ha descubierto una silla de niño de coche y ha decidido usarla de camita» – cuenta Patricia. Laia es muy cotilla y le gusta salir a la terraza y si ve que pasa una moto o un coche haciendo ruido, va de un lado a otro queriéndolo cazar.

Uno de sus pasatiempos favoritos es mirar por la terraza y cotillear todo lo que pasa, je je.

Laia adora beber agua del grifo del lavabo y cuando ha hecho mucho calor ha preferido dormir ahí porque se sentía más fresquita. «En cuanto te levantabas al baño, te pedía agua y mimos con sus maulliditos», nos comenta su acogida. También le gusta estar en la bañera cotilleando si te encuentras en la estancia, o jugando con el tapón o la cuerda que lo sujeta.

Es negativa a inmuno y leucemia pero el color de su pelaje la hace invisible y por eso, probablemente, todavía no tiene una familia.
Es imposible no enamorarse de Laia con estas posturitas.
Si te gustaría conocer a esta panterita, escríbenos. ¡Laia sigue en adopción!

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