Guía para adoptantes y acogidas II: Rutinas y necesidades

Para ser feliz, un perro necesita ejercicio, comida, afecto y cuidados de higiene y sanitarios.

1.- PASEO Y COMIDA

Es importante establecer las horas de paseo y las horas de comida. Cumple los horarios. Es más saludable para el perro comer después del paseo, ya que si tiene una actividad fuerte puede sufrir torsión de estomago con consecuencias fatales. Marca la rutina de comer después del paseo y el perro se sentirá equilibrado y feliz. Puede predecir su existencia y eso le gusta.

Adulto: tres salidas diarias

Los perros en estado salvaje caminan alrededor de 30 kilómetros diarios. Lo ideal es establecer un mínimo de 3 salidas al día con un perro adulto y que dos de ellas duren al menos 40 minutos.

Los beneficios son igual de buenos para ti que para él y en estas salidas aprenderá a hacer sus necesidades fuera de casa y a socializar con otros perros y humanos. Es importantísimo que dejes que el perro olisquee, los perros conocen el mundo e interaccionan con él a través del olfato.

Cachorro: cada tres horas

Si es un cachorro, para controlar sus necesidades lo ideal, si es posible, es sacarle cada 3 horas. Presta atención a momentos como cuando se despierta de una siesta. Vigílale y anticípate. Si el cachorro no puede salir a la calle pon un empapador en algún sitio alejado del lugar donde come y recompensa cuando haga sus necesidades en él.

Le invitaremos también a hacer pis en el empapador. Cada 3 horas máximo acercaremos al perro al empapador y repetiremos la orden de pis. Cuando ya pueda salir a la calle, ve acercando el empapador a la puerta y realiza la misma acción, pero saliendo a la calle.

El perro aprende esto muy rápido. Su naturaleza es ser un animal limpio. No le gusta hacer sus necesidades donde vive o donde come. Felicítale efusivamente cuando lo haga y entenderá que eso está bien. Felicítale también cuando lo haga en la calle.

Es importante saber que el empapador puede confundir a nuestro cachorro, ya que en cierto punto para el perro es aceptable hacer sus necesidades fuera y es aceptable hacerlas en casa, por lo que intentaremos retirarlo cuanto antes.

Una vez retirado, premiaremos cuando haga sus cosas en la calle y limpiaremos lo que se haga en casa sin que el perro lo vea. NO SE REGAÑA al perro por hacerlo en casa, no lo entenderá (aunque acabe de hacérselo) y puede que lo único que aprenda es a hacer sus necesidades sin que le veas.

2.- JUEGOS

Dedica un tiempo al día a jugar con el perro (pelota, cuerda…). Extiende este hábito a los demás miembros de la familia y no dejes que pasen muchos días sin hacerlo. Cuidado con los saltos antes de que el perro tenga un año.

Tan importante como la actividad física es la actividad mental, enseña juegos de olfato y retos mentales sencillos (uno muy sencillo seria esconder o esparcir trocitos de comida). En internet se pueden encontrar muchos ejemplos.

Una manera de jugar con tu perro es enseñarle trucos. Con comida y comunicación verbal es sencillo enseñarle a sentarse, tumbarse o quedarse quieto. Hay tutoriales en internet o puedes consultar a nuestros educadores. Controlar a tu perro con estas órdenes no sirve sólo para tu tranquilidad, mentalmente le estás creando una estructura que le ayudará a sentirse útil y equilibrado. Fortalecerás el vínculo con él y le crearás una predisposición a aprender sin límites.

Infórmate de clubes de actividades para perros en tu zona. Te enseñarán a comunicarte con el perro y realizaréis una actividad juntos con la que disfrutaréis y fortaleceréis el vinculo y apenas os llevará un par de horas semanales.

3.-HIGIENE

Es importante habituarle al cepillado desde que es pequeño. Lo ideal es a diario. Háblale, di su nombre, acaríciale, dile que lo está haciendo muy bien mientras le cepillas. El perro relacionará esto con un momento de relax íntimo con su dueño y podrás cepillarle durante largos momentos sin que esto suponga una tortura para ambos.

Empieza muy poco a poco, es probable que al perro no le gusten ciertos contactos, sobre todo al principio. Premia todo contacto físico y lograrás un perro que adore las caricias y el cepillado. Acostumbra al perro a tocarle las patas, y a revisarle las orejas y los dientes, le harás más fácil la vida a tu veterinario y tu perro sufrirá menos las visitas. Son zonas delicadas y que no les gusta que les acaricien, igual que con el cepilla ves muy poco a poco y premia siempre.

Deja que pasen mínimo 30 días entre cada baño del perro salvo sorpresas desagradable. Al lavar al perro con jabón le estamos retirando la capa de grasa que cubre su piel. Será más sensible al frío y le ponemos en mayor riesgo de contraer alguna enfermedad. Es vital que aclares muy bien al perro. Dale otro repaso aunque creas que ya has terminado.

En la siguiente entrega: «Pautas para adopciones y acogidas III: Cada uno en su sitio»

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