Las festividades de Navidad son sinónimo de reuniones familiares, viajes de vuelta al pueblo, comilonas, regalos y abandonos. Es una realidad  desagradable, pero la cifra se dispara los primeros meses del año, a consecuencia de usar animales como regalo por navidades. Es por ello que es más común encontrarnos gatos o perros callejeros durante estas fechas. Si no puedes volver la cara cuando los ves, te contamos qué hacer cuando se presenta esta oportunidad de rescatarlos.

 

¿Qué hago si me encuentro un perro en la calle?

Lo primero que deberemos de hacer es capturar al animal para comprobar si tiene chip. En el caso de los perros, son más visibles cuando son callejeros que los gatos, ya que se ven merodeando los lugares que frecuentan para comer o deambulando por aquí y por allá. Su captura puede ser más “fácil” que la de sus compañeros felinos.

“En caso de encontrase un perro abandonado o perdido lo primero es intentar ver si el animal se deja coger de forma tranquila y pausada. Si se acerca y se deja coger, llamándole, ganándose la confianza estando agachado, no mirándole de frente”, nos cuenta Laura, de Brigada de Defensa Animal.

Pero desgraciadamente no todo sale siempre bien. Hay casos en el que el perro en cuestión tiene mucha desconfianza hacia los humanos, con lo que su rescate es más complicado. “Hay que ponerse en contacto con alguna protectora o con alguna asociación dedicada al rescate de animales si el perro no se deja coger, los cuales te darán unas pautas que seguir para poder rescatar al perro. Ellos te pedirán algunos datos que a los rescatistas les puede ayudar a hacer un mapa de los movimientos del perro y a escoger una estrategia o trampa para rescatarlo”.

Los rescates necesitan de una rutina por parte del animal. Eso se logra atrayendo al perro a un punto determinado todos los días, por ejemplo, por medio de comida. Hay que revisar el punto de encuentro para saber si es nuestro animal quien se ve atraído por ella y, si es así, continuar hasta que podamos efectuar el rescate en sí.

«Con la rutina, el grupo de rescate podrá saber dónde y a qué hora poner la jaula, ya que los perros recorren muchos kilómetros todos los días y hay que interceptarlos y ponerles algo apetitoso dentro de la jaula para salvarlos«, explica Laura.

En caso de tener una mala rutina o no tenerla en absoluto, es mucho más complicado el rescate. Hay que rezar para encontrarse con el animal en su ruta, además de estar preparado para atraerlo y tener una gran capacidad de reacción ante los imprevistos.

¿Y en el caso de los gatos?

Los gatos son más escurridizos a la hora de sacarlos de la calle. En Zarpas acumulamos una larga experiencia al tener varias colonias felinas en diferentes puntos de Madrid, así que hemos preguntado a nuestra rescatadora más experta. María, miembro fundadora de Zarpas y Colmillos, nos da los consejos necesarios a la hora de llevar a cabo un rescate con final feliz.

«Hay tres tipos de rescates gatunos, fácil, medio y difícil, dependiendo de la desconfianza del animal en cuestión».  En el caso del fácil,  «es el más sencillo, ya que el animal es confiado con la gente. Sólo tienes que llamarle con comida, le empujas un poco el culín para el transportín y ya está».
Sin embargo, no todo es tan sencillo. «En el tipo de rescate medio, el gato es un poco más desconfiado. No se fía tanto y no se deja coger pero tampoco es muy huidizo.  Pones una trampa con comida dentro, te alejas un poco y cuando el animal está dentro, tiras de la cuerda y se cerrará la jaula».

Cuando el gato es muy huidizo y desconfiado, que apenas se deja ver, es la captura más compleja. «En el nivel más complicado, el proceder depende mucho de las circunstancias. En uno de los casos que hicimos, era una gatita con bebés que no se dejaba coger. Aprovechándonos de esas circunstancias, metimos a uno de los bebés en la jaula para que ella se acercara dentro a rescatarlo, y así poder cerrar la jaula con ella dentro».

Vale, ya tengo al animal… ¿y ahora qué?

Como veis, cada uno de los rescates es una experiencia totalmente nueva, ya que cada animal es distinto y tiene diferentes reacciones a las que deberemos de estar preparados para capturarlo. En cualquiera de los casos, si el rescate termina felizmente, tendremos al animal fuera de la calle y preparado para el siguiente paso: llevarlo al veterinario para comprobar el chip.

En caso afirmativo, sólo nos queda ponernos en contacto con sus legítimos dueños y esperar, pero hay muchos casos en los que no hay chip. ¿Qué hacer entonces?

En estos casos, te recomendamos que te pongas en contacto con una protectora para que te guíe sobre cómo proceder. También puedes preguntar en clínicas veterinarias si están asociadas con refugios de animales que se puedan hacer cargo del animal.

Indistintamente de la resolución, por favor, NO LO ABANDONES DE NUEVO EN LA CALLE. Busca ayuda antes de llegar al extremo de dejarlo de nuevo solo en los peligros que conlleva ser callejero, él te lo agradecerá eternamente. Y si no, que se lo cuenten a todos nuestros zarpitos que han sido rescatados y que ahora buscan un hogar donde vivir felizmente, además de los que ya han sido adoptados.

¡Gracias por rescatar!

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