Noemí

Mi primer contacto con Zarpas fue para solicitar ayuda para dos bebés de gato. Ellas, sin dudarlo, me echaron una mano y todas las que hicieron falta. En agradecimiento colaboré con ellas, hasta que llegó un día en que me «engañaron» vilmente para ser parte de la junta directiva. Todavía recuerdo esas palabras en mi mente: “Vas a hacer más o menos lo que estás haciendo ya…”.

Pero cuando me quise dar cuenta, era tarde. Estaba tan enganchada que ya no había forma de despegarme, ni tan solo un poquito. Y aquí sigo…. 4 años después, ¡con el culo plantao en Zarpas!

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.