Un año más, fundación Affinity nos brinda un estudio sobre las condiciones de los animales en España. Los datos que nos muestra «Él nunca lo haría« se centran en las cifras de abandono y adopción en españa de este 2020, año selañado debido a que fué el comienzo de la pandemia que nos aflige actualmente. Affinity ha recabado todos estos datos con ayuda de las asociaciones de toda España para construir un estudio sólido y de referencia que nos ayude a todos a conciencar contra el abandono, promover la adopción y a trabajar por un futuro mejor para todos los animales.

En la siguiente infografía podréis ver los datos completos, pero os hacemos un resumen de los más importantes:

Él nunca lo haría

Durante el año 2020 llegron a las protectoras 286.000 de perros y gatos, suponiendo un 6% menos de gatos y un 11,5% de perros respecto al año anterior. Es el mayor descenso en la cifra de perros recogidos de los últimos año, que puede deberse al impacto del la pandemia, ya que casa con los datos de recogidas de animales por meses donde el número de perros recogidos desciende significativamente los meses de confinamiento.
Sin embargo, para los gatos no hay tan buenas noticias. Su recogida se mantiene estable en 2019 pero su presencia en las protectoras es cada vez mayor, debido también a los CES y a una gran subida de recogidas durante los meses de nacimiento de las camadas.

¿Cuál es el final de estos animales?

Sobre los destinos de los animales en protectoras, los datos son más esperanzadores. A pesar de las restricciones y el impacto de la pandemia, la adopción de animales de compañía ha aumentado ligeramente, con un 49,3% de perros adoptados y un 42,6% de gatos adoptados respectivamente.

El tipo de animal

Si hablamos del perfil de animales que están en las protectoras, en perros un 28% lleva microchip en comparación al 4,3% de gatos que lo poseen, cifra alarmante que insta urgentemente a aumentar la concienciación de que el chip en gatos es igualmente crítico que en perros.
Además, un 91% de los gatos recogidos son mestizos, 42% adultos y 39% cachorros, frente a los 55% de perros adultos y 22% de perros cachorros. Los perros de raza son más comunes, entrando un 31% de ellos en las protectoras frente al 69% de mestizos.

Estancia

En las protectoras los recogemos, cuidamos y buscamos un hogar para ellos, pero desgraciadamente su estancia muchas veces es más larga de la que nosotros quisieramos para ellos si son adultos.
Los gatos tienen una media de 9,7 meses de estancia en las protectoras hasta que encuentran un hogar, frente a los 2,6 meses de los cachorros. Por consiguiente, los perros de corta edaad tienen una media de 3,2 meses y si son más mayores se alarga hasta los 9,6 meses si son adultos.
En Zarpas y Colmillos trabajamos sin refugio y  creemos en la acogida como una manera de socializarlos, de que convivan con humanos y animales en un entorno de cariño antes de ser adoptados. Si quieres acoger a algún zarpito, visita esta página para saber más.

Motivos

Sobre los principales motivos del abandono, el factor económico es el principal motivo por un 25% por primera vez en los últimos años, debido al impacto de la pandemia en las familias españolas. Justo detrás vienen las camadas no deseadas, problemas de comportamiento del animal, final de temporada de caza o pérdida de interés por el animal.

Conclusión

En resumen, aunque las adopciones han aumentado levemente, las protectoras seguimos igual de saturadas de animales. Siguen los abandonos, la población aún no está lo suficientemente concienciada sobre la responsabilidad de tener un animal, y necesitamos un compromiso para reforzar las leyes y la educación para lograr un mayor compromiso y cumplimiento de la ley.

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En Navidad, mucha gente decide que el mejor regalo es una mascota. Esto nos lleva a una de las mayores lastras de nuestra sociedad: una gran parte de esos animales serán abandonados. Muchos de esos cachorritos tan adorables se convertirán en una carga para su familia, pues el capricho navideño se convierte en una atadura. Al no ser conscientes de todo lo que conlleva una mascota, lo que parecía una bonita idea se convierte en arrepentimiento.

Un animal no es un juguete ni un regalo de usar y tirar. La Fundación Affinity nos ha querido recordar en su campaña navideña de este año que el verdadero regalo es lo que nos aportan. Vivir con ellos es el mejor regalo. Y así es: si somos responsables, introducir un animal en nuestra familia será una de las mejores decisiones de nuestra vida. Ellos nos dan el regalo de la amistad, la nobleza, la fidelidad, cariño… Por no mencionar lo que aportan a los más pequeños de la casa. Eso es lo que Affinity nos quiere mostrar en su spot.

Puesto que en Navidades surge el tema del abandono, queremos aprovechar para volver a ver el impactante y duro spot que la propia Fundación Affinity sacó este verano. En él, vemos a una perrita recién abandonada enfrentándose a la ruleta rusa de su destino…

¡Di no al abandono!

Pero no queremos dejaros con tan mal sabor de boca. Aprovechamos para recordar el spot que nos presentó la Fundación Affinity para las Navidades pasadas.

¡¡Todos los zarpitos os desean feliz Navidad!!

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Cuando llega a casa un nuevo perrete, parece que todo va a ser sencillo y muy bonito. Sin embargo, nunca sabes los problemas que va a tener. Es muy importante ser responsables y meditar muy bien antes de tomar la decisión. ¿Vamos a ser capaces de cuidar bien de él? ¿Vamos a saber hacernos cargo de los problemas que vayan a ir surgiendo? ¿Podemos permitírnoslo, tanto económica como logísticamente? ¿Y si nos sale un perro problemático?

Es por ello que os contamos de primera mano un caso actual, uno que estamos viviendo en primera persona. Un caso en el que el mundo se nos puso patas arriba y todos nuestros principios en cuanto al trato hacia los animales se volvieron en nuestra contra. Un caso que, esperamos, os ayude a sentir que no estáis solos o solas cuando no sepáis qué hacer con un perro problemático. Siempre hay esperanza y la inmensa mayoría de las veces hay solución.

La llegada de un perro problemático a casa

Cuando cogimos a Nova, veníamos de haber convivido con un perro 10: Draco era muy inteligente, buenísimo, divertido y, por qué no decirlo, guapísimo. Era un perro espectacular. Nova no parecía ser mala en un primer momento: era una cachorrita monísima, adoptada y parecía muy tranquila. Sin embargo, según fue creciendo, la locura se hizo notar y nos fuimos encontrando con innumerables problemas: destrozos por doquier, desobediencia y estrés no sólo para nosotros, sino para nuestro gato. Flash se hacía pis por todos sitios, incluso encima de mí mientras dormía.

Con esta perra, la casa se fue convirtiendo en un auténtico caos. ¡Y cuidado si un día te ibas a trabajar dejando mal cerrada una puerta!, porque te la liaba bien gorda. Un sofá, suelos recién puestos, un cojín de lactancia (que son caros), juguetes de bebé sin estrenar, muebles, tres gafas (con sus cristales), varios joyeros (con sus joyas dentro), bolsos, ¡¡una caja de Naproxeno!! son sólo algunas de las cosas que desaparecieron entre las fauces de Nova. No teníamos una perra, ¡teníamos al mismísimo demonio de Tasmania!

La gota que colma el vaso…

A la desesperación se sumó la llegada de un bebé a casa. Nadie te avisa de lo agotadores que son los primeros meses con un bebé. Tiene su parte maravillosa, pero también es duro. ¡No paras! Ahí llegó el mayor caos de todos. Habíamos acudido a Sammy, una colaboradora de Zarpas, para que se hiciera cargo de Nova durante los días de hospital. Sin embargo, pensar en el retorno de Nova a casa provocaba que se nos inundaran de lágrimas los ojos. Todo el mundo a nuestro alrededor nos aconsejaba que nos deshiciéramos de ella. ¿Un perro problemático + bebé recién nacido? Menuda combinación…

Llegamos a buscar personas que se quisieran quedar con Nova. Pero se hacía muy duro pensar que cayera en malas manos. Era una perra hiperactiva y destructiva, pero también muy cariñosa y social. Es por ello que le pedimos a Sammy que se quedase un mes entero con ella. Por su parte, no sólo accedió, sino que hizo ejercicios con la perra para gestionar su nerviosismo.

Dio la casualidad que Sammy no sólo ofrece residencia, sino que también es adiestradora canina y ha conocido casos más extremos que el nuestro. Algunos en primera persona. Cuando Nova regresó, volvió más tranquila y eso nos ayudó a tomar la decisión de seguir luchando por ella. Y parece que ella nos lo agradeció devolviéndonos el favor. Aunque en ocasiones seguía dándonos sorpresas desagradables, semana tras semana fue mejorando notablemente. Hasta que los destrozos desaparecieron (casi) por completo.

Ya no sólo estamos más tranquilos (humanos, canes y felinos), sino que es una preciosidad ver a Nova interactuar con su hermanita humana. ¡A veces incluso parece que se cree que es su bebé!

Haber luchado por Nova no sólo la beneficia a ella, sino que nos va a ayudar a inculcar un montón de valores positivos a su hermana humana según vaya creciendo, como el respeto y el cariño hacia los animales.

¿Qué hacer con un perro problemático?

• Busca ayuda profesional. En nuestro caso, el apoyo y la ayuda de Sammy fueron esenciales en nuestro caso. Nova vino bastante más tranquila a casa después del mes que pasó con ella. Además, siguiendo todos sus consejos, nosotros también aprendimos a gestionar la locura de Nova (porque sí, esta perra parecía el demonio de Tasmania).
• Paciencia. Mucha paciencia. Sí, es desesperante ver pasar tantos meses y que parezca que la cosa no sólo no mejora, sino que va a peor. Lo nuestro han sido casi dos años de lucha. Sin embargo, todo problema tiene solución. Todo se pasa y todo se arregla. Aunque todavía no es del todo perfecta nuestra situación, Nova ya es una perra bastante equilibrada y muy cariñosa. Lleva meses sin romper nada y el gato ya está mucho más relajado con ella. ¡Incluso a veces se tumban juntos!
• Recuerda que es tu responsabilidad. Cuando tomamos una decisión, sea cual sea, hemos de atenernos a las consecuencias. Lo mismo sucede cuando traemos una nueva mascota a casa. Si surgen problemas, tómatelos como un reto y lucha por arreglarlos. Dentro de un tiempo, podrás sentirte orgullosa u orgulloso por haber luchado por tu peludete y haber construido una de las relaciones más bonitas de tu vida. ¡Recibirás mucho amor por su parte, en serio!

Si queréis saber más de Sammy o, directamente, consultar con ella, echad un ojo a su Instagram o su Facebook.

¡No te rindas y lucha por tu peludín! ¡Él o ella te lo agradecerá toda su vida!

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La ONG ambiental SEO Birdlife dio a conocer recientemente los resultados de su estudio sobre delitos contra el medio ambiente en España. En él, publicó datos alarmantes. Entre ellos, recalcaba que, en los últimos diez años, los delitos de maltrato animal se han multiplicado por cuatro.

Sin embargo, hasta cierto punto estos datos no son tan negativos como puede parecer a primera vista (que lo son, ojo). Reflejan también que el Seprona y otras autoridades competentes se han especializado en este tipo de delitos. Y no solo eso: también que la gente se ha concienciado sobre el maltrato animal y es más frecuente que denuncie (antes se miraba más a otro lado). Cada vez hay más denuncias y menos silencio.

Recordemos, por ejemplo, un caso que nos conmovió el año pasado. El del cazador cuyos perros cayeron por un acantilado junto al venado al que intentaban dar caza a finales de 2018. Hace apenas unos años, ese vídeo habría quedado en el olvido. No se hubiera denunciado ni habría sido tan polémico. Sin embargo, las redes sociales y medios de comunicación se llenaron de reacciones de indignación.

Además, comparando datos de 2008 y 2017, las investigaciones de casos de maltrato animal se multiplican por 11. Mientras, las condenas lo hacen por 14, dice el estudio. Otro dato que refleja no solo que hay más denuncias, sino que las autoridades competentes, como Guardia Civil y fiscalías, están más implicadas con el maltrato hacia los animales.

Desde 2008, los delitos de maltrato y abandono animal representan el 85% de todos los delitos contra la flora y la fauna registrados hasta la fecha en España.

Por favor, denuncia siempre que seas testigo de un caso de maltrato animal. ¡Necesitan tu ayuda! ¿Cómo hacerlo? Llama rápidamente a la Guardia Civil o la Policía. Intenta hacer fotografías o grabar la escena, para documentarlo y facilitar la investigación. Si puedes apoyarte en otros testigos, todavía mejor.

Teléfono Seprona / Guardia Civil: 062.

Teléfono Policía Municipal: 092.

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