Anteriormente hablamos de Barry, el perro San Bernardo que dejó su huella en el rescate de montaña. En el artículo de hoy, dejamos a un lado las montañas suizas para viajar a Turquía y a un suceso reciente que marcó la historia: los terremotos que azotaron a este país hace unos meses.

Proteo, el perro rescatista que se convirtió en un héroe internacional

El 6 de febrero de 2023 dos terremotos sacudieron a Turquía y a Siria. El primero tuvo una magnitud de 7.8 y el segundo sismo fue una réplica inusualmente fuerte que ocurrió 9 horas después del terremoto principal, con una magnitud de 7.5. Este último causó que algunos edificios que habían soportado el primer sismo finalmente se derrumbaran. El terremoto tuvo más de 1.000 réplicas. Hasta el 10 de marzo, se habían registrado más de 59.000 muertes: 51.000 en Turquía y 8.000 en Siria. Además, por si esto fuera poco, una gran tormenta de invierno obstaculizó los esfuerzos de rescate, dejando caer nieve sobre las ruinas y provocando una caída en picada de las temperaturas.

En el contexto de esta tragedia, llamó la atención la heroica misión de los perros rescatistas. Estos perros entrenan por mucho tiempo para estar en estas filas. Ellos se encargan de la búsqueda y localización de personas que, lamentablemente, quedan atrapadas bajo escombros. Se acercan a las zonas de derrumbe y buscan dentro de los edificios a las personas, guiándose por el olor. Una vez que identifican algún olor, el equipo de rescate comienza con la extracción.

En Turquía, dentro del grupo de rescatistas de cuatro patas estaba Proteo, el perro rescatista que formaba parte de la delegación mexicana que partió a territorio turco para ayudar a las labores de búsqueda tras los sismos. El 12 de febrero, Proteo falleció. Aunque inicialmente no desvelaron cuál fue el motivo exacto por el que el pastor alemán de casi 10 años de edad falleció, algunos medios apuntaron que se debió a las causas climatológicas del lugar donde estaban realizando sus labores de rescate.

Proteo no solo ayudó a salvar vidas en Turquía, sino que en su larga trayectoria de servicio ayudó en varios países, llegando a rescatar hasta 22 personas. Participó en tareas de rescate en 2015 en Guatemala, para salvar a personas atrapadas en un deslizamiento de tierra; ayudó en el sismo de Ecuador en 2016; buscó supervivientes en el terremoto de la Ciudad de México en 2017, y también cuando el huracán Agatha azotó el estado mexicano de Oaxaca en 2022.

Debido a su muerte y celebrando su labor en vida, se le rindieron distintos homenajes. En Turquía, un refugio de animales en situación de calle fue nombrado en su honor. El alcalde de la localidad en la que se encuentra el refugio declaró que se tomó esta decisión “en honor a todos los perros de búsqueda y rescate que rescataron a cientos de personas, encontraron a miles de explosivos y sirvieron a la humanidad en muchos campos”.

De regreso a su país, Proteo recibió un homenaje militar como último adiós, atestiguado por cientos de personas. “¡Te despedimos, Proteo! ¡Los servicios que prestaste a la patria contribuyen para que tus acciones sean inmortalizadas, pues tu lealtad, valor y destreza quedarán enmarcados para siempre!”, publicó el ejército mexicano.

El trabajo de los perros de rescate es invaluable, y es gracias a ellos y a su relación de confianza y empatía con sus manejadores humanos que muchas personas que fueron víctimas de un desastre natural han podido regresar a sus casas con sus seres queridos. Por esto y mucho más es importante recordar, reconocer y agradecer la labor de estos maravillosos y heroicos perros.