Pododermatitis felina – Causas y síntomas

La pododermatitis felina es una enfermedad inflamatoria de las almohadillas metacarpianas y metatarsianas. En ocasiones, también pueden verse afectadas las digitales. Se trata de un proceso inflamatorio que hace que las almohadillas se vuelvan blandas, dolorosas, con grietas, hiperqueratosis y esponjosidad. Es una enfermedad poco común que aparece independientemente de la raza, sexo o edad. Aunque es más frecuente en machos.

Causas de la pododermatitis felina

Aunque no se conoce el origen de la enfermedad, sí sabemos que la patología muestra particularidades:

  • Hipergammaglobulinemia persistente. Los anticuerpos en sangre son superiores a lo habitual.
  • Infiltración tisular intensa de células plasmáticas.
  • Respuesta positiva a los glucocorticoides indican una causa inmunomediada.

En algunos casos se ha comprobado que, probablemente, el origen sea alérgico

La pododermatitis felina en ocasiones aparece junto a otras enfermedades. Entre ellas, amiloidosis renal, estomatitis plasmocítica o glomerulonefritis inmunomediada.

Síntomas de la pododeermatitis felina

La enfermedad suele comenzar con un hinchazón que pasa a ablandecerse, exfoliar y exudar. En casos concretos puede causar abscesos y úlceras. Una peculiaridad es que el pelaje del animal acaba siendo de un color más claro, cuyas almohadillas se vuelven de un color violáceo con estrías escamosas blancas. La mayoría de los gatos no presentan otros síntomas pero algunos pueden padecer:

  1. Cojera.
  2. Dolor.
  3. Úlceras.
  4. Sangrado.
  5. Hinchamiento de las almohadillas.
  6. Fiebre.
  7. Letargia.
  8. Linfadenopatía.
Si crees que tu mascota puede padecer pododermatitis felina, es importante acudir a un especialista cuanto antes.
Diagnóstico de un gato con pododermatitis

El diagnóstico se obtiene mediante la exploración y la anamnesis, el diagnóstico diferencial y la toma de muestra por citología y su análisis en microscopio.

Diagnóstico diferencial de la pododermatitis felina

Se debe diferenciar los signos clínicos que presenta el animal con otras enfermedades que puedan causar daños similares, relacionados con la inflamación y las úlceras en las almohadillas. Estas dolencias pueden ser: virus de la inmunodeficiencia felina, pioderma, dermatofitosis o micosis profunda, entre otras.

Diagnóstico laboratorial de la pododermatitis felina

En el análisis sanguíneo se observará un aumento de linfocitos, neutrófilos y un descenso de plaquetas. El diagnóstico definitivo se consigue mediante la toma de muestras. Se puede realizar una citología, donde se observarán abundantes células plasmáticas y polimorfonucleares.

La biopsia es el mejor diagnóstico que se pueda utilizar, sobre todo si un solo miembro está afectado.

Tratamiento para la pododermatitis en gatos

El tratamiento clave para esta afección es doxicilina. La duración del mismo suele ser de unas 10 semanas, aunque siempre dependerá del estado del animal. 

Si con el tratamiento indicado no se obtiene una mejoría, se puede administrar prednisolona. Si este tampoco es efectivo se puede recurrir a dexametasona, ciclosporina o acetónido de triamcinolona.

Siempre el tratamiento será pautado por un veterinario, nunca debemos automedicar a nuestra mascota.

 

Bibliografía

https://www.imveterinaria.es/uploads/2018/11/diagnostico_tratamiento_caso_2093_20181122013603.pdf

https://www.affinity-petcare.com/vetsandclinics/es/pododermatitis-en-gatos-como-la-tratamos

https://www.redalyc.org/pdf/636/63612654032.pdf

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