Me llaman Izaro, una gatita encontrada en la calle. Llegué en unas condiciones muy duras, desnutrida y deshidratada. Tuvieron que ingresarme cuando me recogieron.
A pesar de venir de la calle y haberlo pasado tan mal, han visto que soy una chica muy buena y cariñosa, que tengo mucho amor por dar, así que han decido que salga en adopción para encontrar el hogar que merezco.
Estoy deseando encontrar una familia que esté preparada para recibir todo este cariño que llevo dentro, y me lo devuelvan en forma de respeto y de todos los cuidados que necesito. ¿Te animas a darme la oportunidad que nunca me dieron?