Experiencias de adoptantes. Rubén y Silvia: «La felicidad que va a encontrar con su peludo no se explica con palabras»

En este apartado os contamos la experiencia de unos de nuestros adoptantes de Zarpas y Colmillos. Con sus vivencias, quizás podamos animar a alguien a adoptar y concienciar sobre la responsabilidad de abrir nuestra vida a un animal. Son historias reales de gente normal que tomó en su momento esa importante decisión. Hoy os presentamos a Rubén y Silvia, que decidieron dar un hogar a Pekín.

Pregunta – ¿Qué os animó a adoptar a Pekín?

Respuesta – Yo (Rubén), sí que llevaba un tiempo queriendo adoptar un perro, pero mi mujer, que ha tenido perros toda su vida, se negaba porque la verdad es que cuando se van, se pasa muy mal y dejan un vacío que es difícil de sobrellevar. De pronto un día, lo vimos en la web, junto a sus hermanos y su historia y nos enamoramos de él (sobre todo ella). A los pocos días ya estábamos haciendo la entrevista y los papeles de la adopción.

P. – ¿Por qué decidisteis adoptar en Zarpas?

R. – Porque yo conocía a Sara desde hacía tiempo del mundo de los videojuegos, y seguíamos de cerca el trabajo de la asociación.

P. – ¿Tenéis alguna anécdota que queráis compartir?

R. – Nosotros somos de Palencia, y para no desplazarnos hasta Madrid en febrero y en plena ola de frío y nevadas, quedamos en un punto intermedio: Segovia. Ese día había tanta niebla que no se veía el morro del coche, estaba todo helado y lleno de nieve. Entrar en Segovia no fue fácil, pero mereció la pena. Pekín se vino con nosotros como si nos conociera de toda la vida, disfrutó de la nieve antes de volver a casa y pasó todo el viaje de vuelta acurrucado con mi mujer.

P. – ¿Qué consejo daríais a una persona que está pensando en adoptar?

R. – Si de verdad es amante de los animales y es consciente de todas las responsabilidades de conlleva tener una mascota, adelante. La felicidad que va a encontrar con su peludo no se explica con palabras. Y ya con el peludo en casa, no rendirse y tener mucha paciencia, sobre todo si no ha tenido mascotas antes. El cambio de casa y de familia genera mucho estrés a los animales, y eso se puede traducir en comportamientos destructivos, o como nos pasó a nosotros, que los primeros días se hiciera pipí en casa por la ansiedad. Hay que quererle mucho y cuidarle siempre está claro, pero sobre todo los primeros días o semanas que pasa en casa. Con los días cogen confianza y vuelven a tener un comportamiento totalmente normal.

¡Muchas gracias, Rubén y Silvia por compartir vuestra experiencia de manera tan franca y gracias sobre todo por adoptar!

Si has leído hasta aquí quizá sea porque también quieres vivir esa experiencia y estás pensando en adoptar a alguno de nuestros zarpitos/as. Si crees que estás preparado/a para esa responsabilidad, puedes consultar los animales de nuestra protectora que están esperando una familia que los quiera para siempre.

También puede ser que te hayan entrado ganas de ser casa de acogida, y en estos momentos son más necesarias que nunca, ¿nos echas una zarpa acogiendo a un peludo?

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