Se acerca la Navidad. Esta época, por lo general, es muy bonita: luces, familia, amigos, recuerdos, reyes magos… Pero también trae consigo ciertos momentos de tensión o, incluso, miedo. Como es el caso de los perros. Muchos de nuestros peludetes pasan mucho miedo por culpa de los petardos y fuegos artificiales. Algunos, incluso, llegan a tal nivel de estrés que pueden autolesionarse o, incluso, sufrir paros cardíacos. Lo que para algunos es una diversión, para otros es sinónimo de sufrimiento y pánico.

En ciertos países se están concienciando mucho con este asunto. Un ejemplo es Reino Unido, donde se está abriendo un debate a raíz de ciertos incidentes con animales domésticos por culpa de los fuegos artificiales. Como fue la muerte de un cachorro de apenas 18 meses tras sufrir un ataque al corazón durante las festividades de la Noche de la Hoguera (que se celebra el 5 de Noviembre). O la perrita que se quedó ciega por el mismo motivo la misma noche.

Cada vez son más los lugares sensibilizados con este tema y que prohíben la pirotecnia en Navidad y Nochevieja o que, incluso, instauran fuegos artificiales lumínicos. Un ejemplo, Collecchio, un municipio de la provincia de Parma, al norte de Italia.

Si tu amigo peludo es de esos que lo pasan fatal, a continuación os damos algunos consejos para hacérselo pasar un poco más llevadero. Incluso, nuestra colaboradora Sammy, que a su vez es psicóloga canina, nos ha explicado un ejercicio muy interesante para trabajar con nuestra mascota y ayudarle a superar su miedo. ¡Más abajo os lo explicamos!

Cómo saber que mi perro está asustado por los petardos

Los perros pueden manifestar su miedo hacia los petardos de diferentes maneras. Algunas de ellas son las siguientes:

• Le cuesta respirar.
• Se esconde, ya sea debajo de la cama o de una mesa, etc.
• Se pone a temblar.
• Babea en exceso.
• Pupilas dilatadas.
• Sufre taquicardias: el corazón le late más deprisa de lo normal.

Cuando un perro siente pánico, puede perder el control de la realidad, sentirse aturdido, sentir náuseas o, incluso, tener miedo a morir. A continuación os dejamos un gráfico muy visual que publicó PACMA en su Twitter hace unos años para concienciar sobre el sufrimiento de los perretes en estas fechas.

Ellos sufren con tu diversión. Así les afecta la pirotecnia #NoSeasPetardo #Feliz2016 pic.twitter.com/tfdOuIBOsK

— PACMA (@PartidoPACMA) December 31, 2015

Recientemente, la BBC se hizo eco de este vídeo en sus redes sociales. En él, podemos ver el sufrimiento de un perro, llamado Charlie, por culpa de los fuegos artificiales.

Cómo ayudar a tu perro a no sufrir por los petardos

Es muy complicado hacer desaparecer estos miedos. De hecho, «cada perro tiene un grado diferente de miedo», como apunta Sammy, psicóloga canina y colaboradora de Zarpas y Colmillos. «Está el miedo, el pánico, el terror… Unos son más controlables que otros y no todos los métodos son efectivos según el caso de cada animal».

«Solución, como tal, no hay». Insiste nuestra colaboradora Sammy. «Para eliminar el miedo necesitan exposición a ese ruido». Y, como todos bien sabemos, excepto aquellos que están jugando con los petardos, para los demás nos resultan imprevisibles y, a veces, hasta nosotros mismos nos llevamos el susto. Sin embargo, Sammy propone una idea muy interesante: «con un equipo de música, ponerle ruidos similares a los estruendos de los petardos y los fuegos artificiales y positivarlos poco a poco. Colocas al perro y vas subiendo el volumen poco a poco». Cuando ya veas síntomas como los descritos más arriba, en los que al perro se le ve nervioso, «vuelves un paso más atrás, lo bajas un poco y lo positivizas, demostrándole que no pasa nada». Él tiene que saber ver eso: que no pasa nada.

Aun así, este ejercicio de exposición controlada es más complejo de lo que puede parecer y conviene recurrir a un especialista para que nos guíe. «Hay que saber identificar bien los signos de alerta para volver a un nivel anterior y no llegar al punto crítico. Identificar los síntomas previos con los que aún se puede trabajar. Hemos de saber controlar y gestionar la situación. Hay que ir muy poco a poco para que el animal se concentre». Además, esto no es cosa de un solo día: «a lo mejor, para pasar de un nivel a otro, tardas un día entero».

Enseñar a tu perro a gestionar su miedo hay que hacerlo muy poco a poco y con mucha paciencia. Como bien explica Sammy, «un perro no es como una persona, no les puedes explicar la situación», hacerles ver qué sucede realmente y «orientarles a sentirse seguros». Es más, en caso de que lo suyo sea verdadero pánico, es muy difícil. «El pánico es incontrolable. Ahí interviene su sistema nervioso central y le está diciendo que está en peligro».

Otros consejos para ayudar a tu perro

Aparte de este interesante ejercicio, existen otros trucos más conocidos para ayudar a tu amigo peludo a no pasarlo tan mal en esos momentos tan críticos:

• Procura actuar con normalidad y hacer como si no sucediera nada. Si tu mascota te nota nervioso o nerviosa, se predispone a sentirse igual, pues entiende que algo malo sucede. Ellos sienten lo que sentimos nosotros, se lo transmitimos. Si ve que tú no te preocupas, entenderá que es una situación más o menos normal.
• Cierra las ventanas, baja las persianas y pon música. Aunque a ellos les afectan más los sonidos graves de los petardos, intenta minimizarlo al máximo.
• Prepara una guarida para tu peludete. Puedes construir un escondite con materiales que ayuden a insonorizarlo, para que así se sienta más protegido y seguro. Lo puedes ir preparando con antelación, enseñándole que ese sitio es una zona segura para él o ella.
• No le dejes solo, pues así sufrirán aún más miedo. Tu compañía les tranquiliza.
• Existen unas camisetas y vendajes que les ayudan a sentirse más protegidos.
• Consulta con un veterinario para que le recete algún calmante. Especialmente en casos de pánico.
• ¿Tu peludete tiene demasiado miedo y crees que estos consejos no son suficientes? Acude a un profesional que te te pueda guiar, como Sammy. Y si es antes de las temibles fechas, mejor, para comenzar a gestionarlo y, así, iros preparando para esos días.

¡Feliz Navidad para todos, humanos y peludos!