Seguimos con los artículos de la sección prima hermana de la ya archi-conocida serie de experiencias de casas de acogida.
Os recordamos que en este rinconcito os contaremos las experiencias de adoptantes de algún zarpito o zarpita. Hoy María y Nui serán nuestras protagonistas.

Nuestra compañera María es voluntaria de Zarpas desde hace más de dos años. Ella se topó con Nui en su camino y, una vez la conoció, no pudo imaginar su vida sin ella. A continuación nos contará cómo sucedió la magia y el proceso que emprendió junto a Zarpas para la adopción.

 

«Nuestra vida es más bonita con ella»

 

¿Qué os llevó a tomar la decisión de adoptar?

Tenemos ya otra perra, Lola, que adoptamos hace cuatro años y ya nos rondaba la cabeza adoptar a un segundo perrete cuando, en pleno confinamiento, acogimos a Nui. Venía de Asturias, de una camada que un pastor no quería e iba a sacrificar. Los cachorretes estaban en un establo prácticamente solos todo el día. Nui y sus dos hermanos llegaron gracias al esfuerzo de Zarpas, que encontró transporte cuando todo estaba cerrado.

Cuando el transportista la bajó de la furgoneta tenía poco más de dos meses y enseguida se acurrucó en los brazos de mi pareja. Al ver la cara que puso Fernando entonces, supe que Nui no saldría de casa.

 

¿Cómo llegaste a conocer a la asociación?

Soy voluntaria de Zarpas desde hace más de dos años, coordino el contenido de la web. Llegué a la protectora un buen día comprando en una tienda de animales. Había un puesto con voluntarios de Zarpas recaudando dinero. Me gustó que es un asociación pequeñita, joven y con mucho empuje. También que trabaja solo con casas de acogida, para mi la mejor manera de que los animales socialicen antes de ser adoptados.

 

 ¿Teníais algún miedo o freno?

Bueno, siempre los tienes cuando se toma una decisión así. Dos perros no dan el mismo trabajo que uno, claro está, y no sabes si se llevarán bien. Afortunadamente, Lola y Nui se hacen buena compañía y la peque es una perrita muy buena. Lo mejor para nosotros, y lo que nos dio mucha tranquilidad, era que, al tener al Nui en acogida, ya íbamos viendo cómo era su carácter y nos encajaba al cien por cien.

¿Cómo fue el proceso de adopción?

Fue muy fácil porque Nui ya estaba con nosotros en acogida y las familias de acogida tienen prioridad. Así que solo hubo que comunicar a la prote que nos la queríamos quedar y firmar el contrato de adopción. Todo muy bien.

¿Qué tal fue la adaptación y primeros días de Nui?

La peque llegó con problemas en sus articulaciones, tenía las patitas dobladas, seguramente por una mala alimentación. Pero a ella aparentemente no le dolía, con lo que al final estábamos nosotros más preocupados que la perrita. Poco a poco esos problemas fueron mejorando. Por lo demás, se adaptó muy bien. La verdad es que nos iluminó el confinamiento con sus travesuras, era una alegría verla todos los días con esa energía.

¿Cómo es la vida ahora con Nui?

Pues una gozada. Es una perra muy buena y divertida. También cariñosa. Todas las mañanas, sin falta, trepa en la cama hasta nuestra cabeza para comernos a lametones. Nuestra vida es más bonita con ella.

¿Qué consejo le daríais a otras familias que desean adoptar?

Que no lo duden, mejor adoptar que comprar porque hay muchos perretes abandonados que necesitan ayuda. Un consejo importante para los que quieran adoptar es que no actúen por impulso. Les recomiendo que intenten conocer primero un poco al perro que vayan a adoptar, que se informen de su carácter. No todos los perros encajan en todas las familias. En ese sentido, con Zarpas y Colmillos nunca tendrán ese problema porque la prote siempre informa de cómo es el animal y qué retos de comportamiento puede tener. Es la ventaja de que los perretes estén en casas de acogida, donde las familias les llegan a conocer bien. No todas las protectoras son así de transparentes.